lunes, 27 de octubre de 2014

Los beneficios de invocar el nombre del Señor

\•/ Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. Hechos 2:21
\•/ “Huye de las pasiones juveniles, y sigue la justicia,la fe, el amor y la paz, 

con los que de corazón puro invocan al Señor”.—2 Ti. 2:22

Cuando invocamos el nombre del Señor:


• somos rescatados de la angustia, la tribulación, la tristeza y el dolor (Sal. 118:5, 50:15, 116:3-4).
• participamos de Su misericordia y somos llenos del Espíritu (Sal. 86:5; Hch. 2:17a, 21).
• disfrutamos las riquezas del Señor (Ro. 10:12).

Estos son algunos de los muchos beneficios que tenemos, pero si no invocamos al Señor, no podemos experimentarlos. Para poder vivir fisicamente, es necesario que respiremos constantemente.De igual forma, entre más invocamos el nombre del Señor Jesús, más nuestro invocar se convertirá en una forma de respirarlo espiritualmente.  Esto es algo que podemos hacer a diario, aun cada hora, sin importar si somos recién salvos o hemos sido creyentes por varios años.

Es muy fácil invocar el nombre del Señor. En cualquier situación y a cualquier hora sencillamente podemos decir:  “Señor Jesús, “Oh, Señor Jesús”. 

No esperaríamos a que los hábitos de respirar, comer o beber regularmente, se desarrollen, pues sabemos cuán importantes son para nuestra vida física. Sin embargo, ¿sucede lo mismo con nuestra vida espiritual? Hoy mismo podemos desarrollar el hábito de invocar el nombre del Señor Jesús.

“Si invocó el nombre de una persona, y si ella es real y viviente y está presente, dicha persona vendrá a mí. ¡El Señor Jesús es real y viviente y está presente!  
Él siempre está disponible. Cada vez que invocamos Su nombre, Él viene… Puede invocarle en cualquier lugar y en cualquier momento. El Señor está cercano y es rico para con todos los que le invocan”.




No hay comentarios.: